martes, 13 de junio de 2023

La Casa de la Historia Europea de Bruselas: punto de referencia para la construcción de la identidad europea.

Grand Place de Bruselas
Grand Place de Bruselas. Autor de la foto Txema Gil, 2023

Visitar Bruselas siempre puede ser una buena idea: gofres, preciosos monumentos, muchos parques y jardines, infinidad de museos y actividades culturales, las famosas patatas fritas… 


Pero si por algo late el corazón de Bruselas es por ser el centro de Europa, una de las capitales de la Unión que alberga algunas de las más importantes instituciones de Europa. Y de entre todas ellas, el motivo de este artículo es el de poder acercarnos a una de las más importantes de todas bajo mi humilde punto de vista, la Casa de la Historia Europea.


Los europeos desde hace años, tratamos de vivir en amor y compañía, de compartir valores, de ayudar al desarrollo de los desfavorecidos, de defender la democracia y los derechos humanos.


El 9 de mayo de 1950, Schuman en su declaración, ya proponía una Europa unida para contribuir a la paz mundial. Pero si el resto de ciudadanos queremos que Europa esté unida, nos tenemos que enamorar de la idea de solidaridad, ayuda mútua, comprensión, integración, aceptación, hermandad, fuerza, autoestima, creación de símbolos y planes de futuro comunes, leyes únicas y objetivos concretos, organización y respeto, entre otras muchas más cosas.


Pero también debemos de saber que nada de todo eso sería posible sin comprender nuestras raíces. Los docentes, y yo soy uno de ellos, ahora tenemos la responsabilidad de transmitir a las nuevas generaciones el por qué, el cómo y el cuándo. Y eso no es posible sin saber de dónde venimos, cómo hemos llegado hasta aquí, porque aunque aún tengamos en la cabeza la referencia a la ninfa Europa, la bella y joven dama que fue secuestrada por Zeus, no hay nada más lejos de la realidad. Tenemos un bagaje, una historia común, unos lazos que nos han unido y separado al mismo tiempo, pero que forman parte de nuestra esencia, quedándonos con los aciertos y aprendiendo de nuestros errores para no volver a repetirlos. Y no siempre nos sale bien. Y no siempre somos capaces de consensuar una estrategia común. Pero nunca jamás debemos dejar de intentarlo si pretendemos que todo este proyecto llegue a buen puerto. Como defendía Bauman, Europa es aún una tarea inacabada que debemos completar. Y muchos europeos ilustres como S. Zweig u Ortega, dieron la vida por una Europa en paz. No les olvidemos y sigamos adelante en este proceso.


Profundizar en nuestras raíces, entender cómo hemos llegado hasta el siglo XXI, por qué usamos una moneda común, por qué podemos desplazarnos sin fronteras ni cortapisas… Todo eso y mucho más se nos presenta en la Casa de la Historia Europea.


House of European History (Bruselas, Bélgica). Autor de la foto Txema Gil, 2023


Es un edificio que pertenece al Parlamento Europeo y que muestra una visión cronológica de la evolución reciente del proceso de creación de la UE y de la historia reciente del llamado viejo continente. Situada en el precioso edificio Eastman en el centro del parque Leopold, en el barrio europeo de Bruselas, la Casa de la Historia Europea es un punto de referencia imprescindible para los visitantes que quieran conocer y entender el concepto de Unión Europea. Es un museo accesible para todo el mundo, sin necesidad de ser un experto, con una amplia oferta de actividades para todas las edades, especialmente los niños, con audioguía en formato tablet muy completa, que explica todo paso por paso. 


Pero al mismo tiempo es un museo que en su página web ofrece para docentes y personal especializado una amplia gama de recursos pedagógicos y material didáctico, disponible en todos los idiomas oficiales de los países miembros.


Web de la House of European History (Bruselas, Bélgica). Captura de pantalla.


Ofrece una perspectiva múltiple de la historia europea y de la construcción de la UE. Yuxtapone varios elementos, plantea muchas cuestiones e interrogantes que trata de resolver, es muy visual y está repleto de elementos simbólicos, de piezas, estantes y rincones que son, en sí mismos, una metáfora o una alegoría de otros retos futuros que, como ciudadanos europeos, debemos acometer sin dilación, apoyándonos en nuestra historia reciente, que aborda desde un punto de vista cronológico. Todos los objetos han sido prestados por otros museos, lo que ofrece una multiperspectiva amplia de la realidad de los museos de toda Europa.


Son siete pisos con un nexo de unión muy interesante, muy simbólico y con mucho significado: el llamado vórtice de la Historia. 


Vórtice de la Historia. House of European History (Bruselas, Bélgica). 
Autor de la foto Txema Gil, 2023


Obra del diseñador Boris Micka y fabricada por el equipo de diseño Todemuta en Sevilla, es una estructura metálica plateada de 25 metros de altura y ubicada en el atrio de las escaleras del museo. Se presenta como el hilo conductor, con ramificaciones en los seis pisos de la exposición, repleto de letras que se convierten en citas relevantes y comunes a nuestra historia e identidad, en todos los idiomas de la UE, que pretende hacer honor a su lema: “Unidos en la diversidad” Es una escultura que parte de lo orgánico, de lo vivo, que invade el espacio, suspendida en el aire. Realmente impresionante, te roba la atención en múltiples ocasiones según avanzas por el museo, especialmente al llegar a la parte más alta donde se contempla en todo su esplendor. El vórtice implica la necesidad de no olvidar jamás los horrores de antaño para no repetirlos.


En el primer piso de la exposición se trata sobre la configuración de Europa, comenzando por sus orígenes mitológicos y culturales.


En cuanto a sus límites geográficos se hace especial hincapié en mapas de varias épocas, físicos y presentados con un montaje visual muy acertado. Finalizamos este piso con una panel que trata de nuestra memoria compartida, repleto de objetos que nos unen, en positivo (la filosofía, la democracia, el estado de derecho, etc) pero también en negativo (la guerra, el terror, los totalitarismos, las fake news, etc.)


Foto del material que ofrece la tablet que pone a disposición del visitante 
The House of European History (Bruselas, Bélgica). 
Autor de la foto Txema Gil, 2023


Al subir a la segunda planta, entramos en la narrativa de carácter cronológico, comenzando por la época de las revoluciones a finales del siglo XVIII y que nos llevaron a convertirnos en los dominadores del Mundo: grandes avances económicos, científicos, tecnológicos, geográficos y políticos sustentados en la esclavitud, la explotación de recurso propios y ajenos, la desigualdad social. De todos estos aspectos y de alguno más, podemos ver objetos muy significativos que ayudarán al visitante a comprender mejor el periodo y la evolución. Ese imperialismo europeo llegó a su apogeo a finales del siglo XIX. Un túnel metálico con muchos elementos que llaman la atención nos conducen a una sala cerrada, aislada, diferente: la sala de la primera mitad del siglo XX


Máquina y al fondo, palacio de cristal, planta segunda.
House of European History (Bruselas, Bélgica). Autor de la foto Txema Gil, 2023

La ambición humana nos conduce al enfrentamiento, la supremacía territorial y racial, las guerras más atroces y destructivas de la HistoriaEl camino hacia el desastre aderezado por la destrucción y reconstrucción, por la desesperación que nos conduce al surgimiento de revoluciones que se convierten en totalitarismos radicales y a totalitarismos radicales que pretendían revolucionar Europa, imponiendo su voluntad por la fuerza de la sinrazón y la violencia. La exposición, más visual y con fuerte presencia de imágenes en vídeo y objetos de la época, entra en los terrenos de la Segunda Guerra Mundial y compara el estalinismo con el nazismo, pues se asemejan más que diferencian, especialmente en cuanto al objetivo común de destruir la democracia y someter al continente a su voluntad. Al abandonar la sala, se hace referencia espacial a la mayor barbaridad cometida por el género humano, el Holocausto, un motivo de vergüenza y al mismo tiempo un recordatorio perenne de aquello que debemos evitar. 


Algunos de los paneles referidos a la Primera y Segunda Guerra Mundial
House of European History (Bruselas, Bélgica). Autor de la foto Txema Gil, 2023


En tercer y cuarto piso, el visitante ahonda en los primeros años de la posguerra y nos lleva de la mano hasta la actualidad.


La fuerte presencia de Estados Unidos de América y de la Unión Soviética en suelo europeo nos marca, nos ayuda a comprender que Europa ha dejado de ser el centro del mundo, para formar parte de la globalidad, en la que ya incluso, no consigue controlar su propio destino. Hay dos concepciones antagónicas del mundo entre las que Europa se divide y que provocarán especialmente dos consecuencias: el cambio de nuestra idiosincrasia así como la percepción de la necesidad de convertirnos en una unidad que se ayude mutuamente para poder competir en el mundo y seguir teniendo presencia y relevancia. Aquí surge el germen de la creación de la Unión Europea. 


A través de imágenes y objetos asistimos a la reconstrucción de un continente devastado, hambriento, desesperanzado, horrorizado al descubrir la Shoá y sus consecuencias, que se ve en la necesidad de hacer justicia y ahondar en la memoria de las víctimas de la barbarie. 


Cabe destacar un objeto, el abrigo de Josef, objeto con el que la Casa de la Historia Europea plantea una metodología visible thinking, de análisis tras la observación de un objeto simbólico y con mucha historia, convertido en obra de arte. Una gran propuesta pedagógica para aquellos docentes que se animen a visitar el museo en un futuro con su alumnado. 


Estudiantes con el abrigo de Josef
Autor House of European History (Bruselas, Bélgica).


Otra gran experiencia pedagógica plantea el museo a costa de la aparición de una sección dedicada a los arquitectos de la integración europea (De Gasperi, Adenauer, Schuman, etc.) esas personas que tuvieron un sueño y pelearon convencidos por su consecución, basándose en los valores de la democracia y los derechos humanos. Se combinan sus  bustos con objetos que narran una historia relacionada con su trayectoria vital e integradora. La propuesta metodológica cooperativa plantea una breve investigación sobre sus figuras, en una ficha con preguntas guiadas que posteriormente se comparte en gran grupo, para finalizar extrayendo conclusiones e incidiendo en su relevancia y aportaciones a la construcción común y los pasos que realizaron. 


Silla con la bandera de la Unión Europea
Autor House of European History (Bruselas, Bélgica).


Las certezas que comenzaban a consolidarse se tambalean por culpa de la crisis económica y de valores. 


En el quinto piso observamos el ocaso del comunismo, los problemas de dependencia energética, la preeminencia del bloque capitalista, que nos llevan a la última década del siglo XX.


Una nueva generación de jóvenes irrumpen en los 70 con ansias de cambio, de reformas democráticas y participativas, con ganas de avanzar más y mejor en el proyecto de sus predecesores. Caen las dictaduras que aún se sostenían en el sur de Europa y aparecen nuevos candidatos a pertenecer al Mercado Común. Pero antes deberán democratizarse. El resto de países avanza en el proceso. Los objetos que se nos muestran, de nuevo combinando imágenes y elementos mucho más significativos que extraordinarios (me llamó la atención especialmente el secafirmas del acta de Helsinki). Todo esto nos conduce al final de la Europa dominada por el yugo soviético, la unificación de Alemania y la incorporación de nuevos estados que a medio y largo plazo, muestran interés en engrosar los países miembros de la UE. Se suceden los hitos de la integración: el espacio Schengen, la aparición de la moneda común, las nuevas instituciones y cuerpo legal unificado, el intento de aprobación de una constitución comunitaria. A través de curiosas fotografías que forman parte de la historia común de integración, como la foto del monumento al ejército rojo en Sofía pintado con iconos de la cultura pop, nos cuestionamos la necesidad de la recuperación de la memoria compartida en una Europa dividida.


Objetos que recuerdan las demandas sociales en los años 80
Autor House of European History (Bruselas, Bélgica).

Y llegamos al sexto piso, dónde nos asomamos a la Europa de hoy, con sus logros y sus retos, con sus problemas y soluciones, con rémoras que superar y proyectos de futuro. 


¿Qué es Europa hoy?


Esa es la cuestión en la que trata de profundizar esta última planta, más diáfana y minimalista. Un despliegue visual de imágenes en el techo en un amplio espacio circular incide en los grandes retos y los graves problemas que tenemos que superar juntos, tales como las crisis económicas que nos angustian, las presiones migratorias y sus desastres en el mar que nos estremecen, el cambio climático que nos afecta, el terrorismo que nos golpea… Como ejemplo, un objeto que hace referencia al Brexit llama mucho la atención: la bandera de Gran Bretaña, primer país que abandona voluntariamente la UE. Una bandera que aguarda plegada en una caja tras su retirada del mástil del exterior del edificio del Comité de las Regiones en Bruselas. De esa caja roja emana aún un espíritu de añoranza, que desea que en algún momento se cumpla una vez más la antiquísima parábola del hijo pródigo. 


Pero también se hace referencia con algunos objetos y elementos a las amenazas bélicas que nos asolan (Ucrania) o han asolado (Kosovo), a esa amenaza invisible de la pandemia del COVID-19 que recientemente nos arrebató la salud y parte de nuestra libertad. Aunque en esta ocasión ha resurgido la esperanza de seguir caminando juntos impulsada por la solidaridad entre las regiones europeas con un programa conjunto de recuperación ambicioso y que poco a poco se está llevando a cabo. 


E
Europa desde el cielo
Autor House of European History (Bruselas, Bélgica).


Y en la séptima, un despliegue de recursos audiovisuales de última generación nos transportan por toda Europa desde los cielos para poder apreciar las huellas humanas sobre el territorio.


Del mismo modo, a través del acceso a webcams podemos apreciar diversos paisajes en tiempo real y su patrimonio cultural y artístico. Para finalizar, un recurso interesante al que me pienso sumar con mi alumnado a la mayor brevedad posible. La Casa de Historia de Europa propone en este proyecto la elaboración conjunta de una línea del tiempo común preñada de testimonios personales. Todo el mundo puede aportar el suyo propio, convirtiendo esta iniciativa en una rica pieza de nuestro patrimonio y de nuestra memoria, que nos enriquece como grupo y como personas, que nos enseña y nos ayuda a no olvidar nuestras gentes, nuestras lenguas, costumbres y cultura. 


En conclusión, la visita a la Casa de la Historia Europea me ha dejado un grato sabor de boca. Y lo ha hecho por varias razones.


En primer lugar, creo que es un museo necesario para la ciudadanía europea y para tomar conciencia de la misma. En segundo lugar, porque ponen a disposición del docente un material de gran calidad, contrastado y que puede ser muy útil en mis futuras clases, realizado por personal cualificado y por profesionales de alta implicación y formación. Y en tercer lugar porque la multiperspectiva de la exposición la hace mucho más rica y te permite poder enfocar desde varios puntos de vista temas, momentos y situaciones que nos afectan o han afectado. Recomiendo por tanto a todos los docentes, pero también a los no docentes, una visita a la Casa o un acercamiento a la web y al material educativo. Porque la educación es algo más que la transmisión de conocimientos. Más bien, tener la conciencia de otras vidas y otras historias. En la Casa de la Historia Europea, lo podemos intentar lograr.


Material y sala de trabajo de la

House of European History (Bruselas, Bélgica). Autor Txema Gil, 2023. 

miércoles, 24 de marzo de 2021

“Patà i avant”: una interpretación historiográfica de la Transición



“Patà i avant”


Las principales líneas interpretativas de la Transición tienen dos fases diferenciadas: el antes (con sus primeros estudios hasta 1979) todos ellos desde un punto de vista no histórico por cuestiones obvias, ya que la Historia no suele ocuparse del tiempo presente y necesita cierta perspectiva, cuanta más mejor en realidad. Por ese motivo, será el Periodismo, la Sociología, la Politología y el derecho los que aborden en sus inicios esta tarea de poner orden a los hechos que se iban produciendo a toda velocidad.


Suele ser habitual que vivimos demasiado el momento y nos cuesta dotar de perspectiva sosegada al día a día en el que nos conducimos. Y eso en ocasiones nos incita al error de la precipitación, de la ausencia de reflexión y pausa, de ignorar las bases de nuestro conocimiento como cimientos indispensables para nuestro presente, que marca nuestro futuro próximo y que se enraiza en el pasado. ¿Por qué no pues, nos paramos a pensar antes de actuar? Sencillamente porque el fragor de los cañones en la batalla no nos deja oír. O tal vez en esta ocasión, el querer evitar de nuevo ese fragor de la batalla, ese ensordecedor ruido de los tambores de guerra, es el motor que nos hace seguir hacia delante.


Yo creo que en España, optamos por esa frase tan conocida en el mundo futbolístico valenciano de “patà i avant”. O aquel otro de hacia atrás no tiramos ni para coger carrerilla, así que es mejor no volver la vista y olvidarnos de lo pasado. Lo pasado, pasado está. Y podría seguir alegando tópicos, que hoy en día así nos parecen, pero que en realidad son bombas de relojería que están comenzando a explotar, una a una, pasados ya 40 años.


Cuando les intento explicar los rudimentos de la constitución del 78 a mis alumnos de 2019, siempre surge el mismo comentario:


  • Queremos una constitución más actual, más adecuada a nuestros tiempos, nuestra forma de vida y nuestros pensamientos. 

  • Las reglas del juego se han quedado anticuadas.


¿Tienen razón? ¿Se ha hecho vieja la Constitución del 78? Las nuevas generaciones no saben muy bien qué fue eso de la Transición, solo lo que se les explica en clase. 


Y es poco. Tampoco les interesa mucho. La generación de profesores de más de 60 que está empezando a desaparecer de las aulas por jubilación, vivió en el colegio, en plena adolescencia este proceso. Y la forma de transmitirla, en su inmensa mayoría se ha adecuado a los libros de texto que han presidido los años centrales de su ejercicio docente, es decir, los años 90 y la primera década del 2000. Por supuesto que habrá excepciones, pero en su inmensa mayoría han seguido el dictado de la corriente imperante de los libros de texto, es decir, la interpretación de las teoría de la acción de las élites, la que ha dotado de protagonismo casi exclusivo al Rey Juan Carlos I “gurú” de esta nueva era, garante y “héroe” del proceso, “salvador” de España tras el 23F… ¡Cuanto daño ha hecho la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación españoles que tanto han alabado al Borbón! Y a su profeta Adolfo Suárez, ascendido a los altares de la política española, a veces imbuido del aroma a martirio en manos del odiado enemigo de la memoria, el maldito alzheimer... Parecía el único en este mundo que sufría la enfermedad, clamaban las Victorias Prego y toda la tropa de políticos jubiletas que pretenden atribuirse todo el mérito como Carrillo, Felipe y compañía, y que han acabado vendidos al capital y al “moderadurismo”. Al santo mártir de la Transición (opinión siempre desde un punto de vista político y no personal, Dios me libre, nadie merece el castigo de una enfermedad degenerativa), a su memoria se le llegó a dedicar el aeropuerto más importante de España… ¿Y la memoria de los miles de españoles que aún se mantienen en las cunetas y que el sistema, un sistema defendido y aplicado por Suárez, ha tratado de olvidar e ignorar? ¿Y el recuerdo de las miles de personas que murieron en el exilio languideciendo durante 40 años de desprecio mientras Suarez y Juan Carlos se criaban como delfines aventajados de un régimen dictatorial? Yo le llamaría el Aeropuerto de Madrid Exilio o de Madrid Desmemoria. ¡Ya está bien de cinismo e hipocresía!


La interpretación de la teoría de la Modernización, de tan determinista creo que no se sostiene por su propio peso. Los que aún la defienden son claramente tendenciosos y quieren atribuirle todo el mérito a quien no lo tenía, es más, al culpable de todo… Es insultante incluso intentar hacer creer que la democracia nació del progreso de los 50 y 60. Solo falta decir que la trajo Mister Marshall para que sea eso, una disparatada película más de Berlanga.


Mi juventud y mi época de estudio, en la que me aproximé a este concepto, transcurrió a finales de los 80 y en los 90. Plenamente dominado por esta interpretación de las élites. Eso estudié en los libros de texto, eso me explicaron en clase en el instituto. Y de forma rápida y con poca profundidad. parecía un tema que no interesaba, puesto ahí, a final de curso, de esos que se dan rápido porque total, es muy fácil: todo es gracias al Rey (míralo qué campechano y buena gente es…) y a Suárez que tanto se sacrificó por España. Era mucho más importante explicar con detalles las bases del liberalismo político y económico, base del progreso capitalista en el que vivimos y que “tantas alegrías nos ha dado”... Y con leyes educativas socialistas… Dios mío Felipe, ¿qué es lo que pretendías? ¿Ya tenías claro que tu destino era Endesa?


Reconocer en esta`interpretación improvisación e inestabilidad se puede entender que no convenía, y más aún con el fantasma del 23F, que removió la porquería y levantó mucha olor. Fue una jugada perfecta para reforzar el poder de la clase política española, del rey y de esta interpretación de madurez de la élite política española que siguió viviendo a cuerpo de rey (nunca mejor dicho) a nuestra costa y a quien además, debemos estar eternamente agradecidos. Apago aquí el modo ironía. 


El 23 F siempre me ha causado dudas. ¿Orquestado para reforzar un régimen del que se empezaba a dudar? Esto requiere de mucha inteligencia y los amantes de las teorías de la conspiración disfrutan mucho argumentando en esta línea. ¿Eran tan inteligentes nuestros políticos? No lo tengo del todo claro. Recuerdo aquel programa de Salvados de Jordi Évole en el que decía que todo fue una película de Garci… Si la gente dudó y se lo tragó ¿no será porque nos extraña a todos demasiado el resultado final del fallido golpe? Aquí coincido con la interpretación que argumenta la sobrevaloración de la clase política española y de su fuerza para intentar hacer otra cosa más profunda… El 23F dejó a Carrillo como el único “valiente” que no se agacha ante el totalitarismo (por supuesto acompañando a nuestro “santo” de los aeropuertos) ¡Cuántas veces hemos escuchado su testimonio en decenas de documentales y entrevistas! Aquel que traicionó (aceptando un régimen propuesto por quien Franco quiso) el espíritu y la memoria de los miles de exiliados y refugiados que jamás pudieron volver a España y de los que aún se encuentran en las cunetas. ¿Por qué no dijiste ni hiciste nada por ellos? Si bien es cierto que él padeció el exilio, todo hay que decirlo, una cosa que no se le desea a nadie… 


Es fácil hablar y opinar así para alguien que ha vivido casi siempre (nací en el 72) en democracia y libertad. ¿Injusta? Fríamente, creo que sí. Pero también es cierto que mi postura más cómoda sería el olvido y el mirar hacia delante. Disfrutar de los beneficios que son muchos y buenos en comparación con la época de la ausencia de libertades previa y totalitarismo represivo. No tengo familiares en fosas ni dolor  acumulado en las cunetas. Podría ser miembro activo de la generación “patá i avant”. Es más, estoy seguro que sería una de las recriminaciones que cualquiera que leyera este escrito podría hacerme y hasta tal vez, con razón. Pero ejerzo mi derecho a la opinión. Me enfurecen las campañas de ensalzamiento de héroes caídos por la bonhomía de la prensa y la política española, tan manipulada y perversa en la actualidad, que solo busca rendimiento electoral sin ninguna altura de miras. Parece que tanto unos como otros me quieren tomar por tonto. Y no me gusta nada percibir que intentan manipularme y venderme la cantinela del pensamiento único.


Por eso como docente me planteo cómo transmitir esta visión. Y no, no uso libro de texto. No creo en las visiones predeterminadas que proponen, sea cual sea su color o su intención, si es que la tienen. Por eso no es necesario que opine de lo que en ellos se dice o cómo se interpreta. Me esfuerzo en que mis alumnos construyan su propia opinión mostrándoles la mayor cantidad de argumentos, documentos e interpretaciones posibles, como habéis hecho vosotros en esta tarea. La opinión personal me la reservo para escritos como este. En el ejercicio de mi profesión intento ser objetivo aunque sé que no soy perfecto y jamás lo voy a conseguir. Pero lo intento y lo intentaré.


Quiero saber, necesito conocer, quiero justicia, necesito saber esa parte de la verdad y de la Historia que me han querido ocultar ¿Por qué no se puede hablar abiertamente de esto? ¿Por qué no lo podemos incluir en nuestros currículums llamando las cosas por su nombre? ¿Por qué aún en el fondo, temo remover un avispero con un palo y salir con unos cuantos picotazos propinados por los padres, el centro y la sociedad en general? 


Hace tiempo leí unas declaraciones de Merkel en contra de las posturas de los que tienen libertad de expresión, pero con los límites de la intolerancia y de sus discursos no se puede jugar. Eso no es ejercer el derecho a la libertad de expresión. Es generar odio. Llamemos a las cosas por su nombre. Los alemanes han sido capaces de hacerlo y de afrontar con seriedad, sin miedo y de frente, estas cuestiones. ¿Por qué nosotros no? ¿Qué hay tanto que ocultar? ¿Por qué la gente quiere olvidar o simplemente ignora sin siquiera querer saber?


Y otra noticia, que escuché hace meses, sobre como se subastaban joyas de la familia Franco de un valor muy elevado… ¿De quién eran esas joyas? ¿De dónde han sacado su fortuna todos los de esa familia? De la sangre y el olvido de muchos miles que se hallan en la ignominia del olvido tolerado por una Transición que lo perdonó y que intentó borrar de nuestro presente. ¿Hay alguna teoría interpretativa historiográfica de la Transición que vaya en esta línea? Apúntenme a ella.


Si la sociedad española fuera madura y hubiera tratado de interpretar la Transición como un movimiento surgido desde abajo, demostraría esa madurez y pondría los pilares de la solución. Pero mientras siga en vigor la Ley de Amnistía y se pueda enjuiciar a asesinos y ladrones, ni me creo la Transición, ni me creo nada. Ninguna interpretación me parecerá más que un intento banal de justificación interesada de cualquier historiador.


lunes, 15 de febrero de 2021

¿Europa enamorada?

¿Está en crisis la relación entre los ciudadanos del viejo continente? ¿Está Europa enamorada de la idea de sí misma?

El Brexit, el problema con el abastecimiento y reparto de vacunas, la crisis económica, inflaccionista y política, los rescates financieros, las discusiones entre países miembros, el resurgir de los nacionalismos y la xenofobia, la crisis de la inmigración…

El amor es un tema transversal, es el motor de nuestras vidas

El único concepto que debe prevalecer si queremos que Europa siga siendo una unidad. Si queremos que la idea de Europa perviva y sea real, debemos rechazar el odio que nos inundó en el siglo XX, y caminar cogidos de la mano como hermanos en este momento en el que vivimos. Hagamos del siglo XXI el siglo del Amor y así podremos permanecer unidos para progresar. 

Queremos transmitir a los ciudadanos de la Unión Europea que se deben amar los unos a los otros para permanecer juntos y avanzar hacia un futuro mejor. Si no hay amor, nada funcionará.

Pero aunque la palabra Amor es única, tiene muchas acepciones. Hemos recurrido a la cuna de nuestra civilización, a la antigua Grecia para tratar de definir su tipología. Los antiguos griegos no tenían una sola palabra para definir este sentimiento como nosotros tenemos la palabra Amor. Tenían palabras diferentes dependiendo de su tipología. Hemos escogido seis de ellas, para tratar de transmitir el amor en toda su variedad y magnitud (ágape, eros, philautia, pragma, ludus y philia). El valor universal del amor nos guiará unidos hacia un futuro mejor.

EROS, el amor pasional

Eros es el amor irracional. Es la pasión y el deseo, la locura, el amor que a veces te hace perder el control si te dejas llevar. Suele ser la primera fase del amor o del enamoramiento, la más obsesiva y a la par, la más pura e intensa. Por el amor apasionado estarías dispuesto a realizar cualquier hazaña, cualquier cosa. Todo es posible para una persona enamorada: alcanzar todas las metas, luchar por cualquier ideal, traspasar los límites de lo racional… La pasión es lo que ha hecho que el mundo avance.

La Unión Europea necesita apasionarse con la idea de la unidad. Y por eso, esta tipología del amor es absolutamente necesaria para tratar de conseguir que avancemos sin desfallecer, creyendo con intensidad y pasión en la idea de que unidos, las cosas nos irían mucho mejor.

PHILIA, la amistad

La philia es la amistad, la lealtad, la fidelidad. Todos los seres humanos necesitamos de alguien en quien confiar, de amigos con los que compartir nuestras alegrías y nuestras penas, amigos con los que poder contar para superar nuestras dificultades, para disfrutar, para compartir nuestros logros y avances. Es la base duradera del avance de toda la comunidad, que es necesaria, que debemos reforzar y valorar en su justa medida.

La amistad entre los países miembros nos hace estar mucho más unidos. Crear vínculos de amistad duraderos a través de proyectos comunes nos hará considerar amigos y hermanos a los miembros de otros países, intercambiar experiencias, alegrías y dificultades.

LUDUS, el flirteo

Ludus es el amor juguetón, el coqueteo. A veces es intencionado: búsqueda de pareja, la aceptación por parte de los demás, la integración social a través de la muestra de nuestras habilidades y características propias. Y en otras ocasiones es un flirteo inocente, que simplemente pretende la reafirmación de las características propias. Gustar a los demás siempre reafirma tu personalidad y te hace ser feliz. Se puede hacer a través del baile, del aseo y el cuidado de la imagen personal, del seguimiento de modas o de la implantación de un estilo propio, de las relaciones personales, de las sonrisas, de las miradas, de las impresiones que causamos a los demás…

Cada uno de los países miembros de la Unión Europea somos únicos y tenemos nuestras propias características que nos hacen singulares y atractivos. Mostrar lo mejor de cada uno de nosotros hace que el resto de la gente que nos rodea pueda apreciar lo mejor de cada uno de nosotros. Y para ello, tenemos que mostrar lo mejor que tenemos sin ambages ni cortapisas, sin miedos. Somos bellos y especiales. Los demás nos aceptarán como somos si somos capaces de mostrar lo mejor de cada uno de nosotros.

ÁGAPE, el amor al prójimo

El ágape es el amor desinteresado, el amor al prójimo. Se trata de ser ejemplo sin pretenderlo, de entregar sin esperar nada a cambio. Es la bondad universal, la generosidad sin retroactividad, el punto de partida al lenguaje interno sin importar la procedencia, la creencia o la afinidad política. Es amar de la forma más pura que existe, especialmente a los que más lo necesitan. Es una misión vital que trata de entregarse, de ser solidario cuando más te necesitan, de acudir cuando te requieren y también cuando ves sufrir a los demás aunque no te reclamen. Es la caridad bien entendida, no como limosna, sino como planteamiento vital, entregarse a los pobres, enfermos, tristes, discapacitados, refugiados, niños y ancianos… A los que más lo necesitan. Porque es lo justo y necesario, porque así nos sentimos mejor, por tratar de ser felices buscando la felicidad de los demás o al menos, tratando de que sufran menos y mejoren sus condiciones de vida.

Desgraciadamente en Europa nos enfrentamos a muchos problemas de toda índole: pobreza, enfermedad, violencia, necesidad, crisis, paro, inmigración, desesperación, soledad, injusticia… Mediante el ágape, estaremos poniendo las bases de un mundo mejor, en el que todos seamos hermanos y nos apoyemos los unos a los otros. ¿No es esa la esencia por la que se creó la Unión Europea? ¿Estar unidos y ayudarnos mútuamente cuando más lo necesitamos?

PRAGMA, el amor maduro

El pragma es el amor prolongado en el tiempo, sólido, asimilado, claro y puro, firme, fiel y constante. A pesar de las dificultades, de los pros y los contras. Es la aceptación de los defectos propios y de los demás, la consideración de que todos tenemos una parte positiva y que debemos favorecer.  Es la comprensión y aceptación del otro de una forma razonada.

Es la búsqueda de un camino vital unido, de la razón conjunta, de la justicia, de la paz. Porque todas estas cosas son buenas para todos y eso lo sabemos. Nuestro mundo occidental actual está sustentado por los pilares de la razón. Es el sentimiento que demuestra la madurez del ser humano. Es por tanto un amor razonado y razonable.

Para Europa es fundamentalHemos llegado de manera conjunta a la conclusión de que juntos, avanzaremos más que por separado. Nos conviene a todos por múltiples razones caminar de la mano, de forma madura y coherente, de forma equilibrada y participativa. Amemos nuestras ideologías pero respetemos nuestras diferencias, porque mediante el diálogo y la negociación, mediante el uso de la razón, seremos capaces de crear un mundo en el todos tengamos cabida, más justo y más igualitario, en el que podamos mostrar nuestros avances y plantear nuestros retos de futuro. Seamos pragmáticos.

PHILAUTIA, el amor propio

La philautia es el amor por uno mismo. Para poder amar a los demás debemos de empezar por nosotros mismos. Respetémonos y sabremos respetar. Es darle importancia al yo, al individualismo, que también es necesario. Hay dos tipos de philautiael amor propio justo y necesario que nos mejora, que pretende que estemos bien por dentro para poder estar bien por fuera y donde se busca este objetivo a través de la moda, de los hobbies, del deporte, que busca el equilibrio interior a través de la alimentación, los hábitos saludables, de nuestras actividades de ocio. Y el otro tipo es el que debemos corregir, el que raya el narcisismo, el que a veces nos hace anteponer el yo más allá de lo razonable. La fama desmedida, el orgullo, el culto al cuerpo, la auto-obsesión, la fortuna personal, el egoísmo… Son lacras contra las que debemos luchar.

En Europa debemos respetar el gusto por uno mismo, por el propio país. Porque es necesario que nos valoremos positivamente, pero sin pasarnos, sin caer en los chauvinismos o ultranacionalismos que pueden llevarnos a la separación y la ruptura.

Y ése es uno de los principales peligros que corre la Unión. Corrijamos este sentimiento y evitaremos males mayores que están llegando, que en alguna ocasión ya se han establecido. Tenemos una gran oportunidad de transmitir al europeo de a pie lo que es razonable y lo que es exagerado, lo que nos puede llevar al desastre.

Como en toda relación sentimental hay momentos buenos y momentos malos. Aprovechemos la celebración del día del Amor para reflexionar sobre lo que realmente es importante y reafirmemos nuestra relación, subrayemos nuestros objetivos. Tengamos fe en el amor, porque el AMOR, mueve el mundo.

Nota final

Entre los años 2015 y 2017 mis alumnos/as junto con otros centros de cinco países europeos realizamos un proyecto Erasmus+ titulado Europe in Love, que pretendía transmitir entre los jóvenes europeos a través de la realización de un cortometraje  esta idea. He aquí el resultado:



27 de enero: Día de la Memoria del Holocausto

 El 27 de enero ha sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el “Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad”, y por la Unión Europea como “Día Europeo de la Memoria del Holocausto”.

UNESCO.

El 27 de enero de 1945 se liberó el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, el símbolo de la barbarie donde fueron asesinados más de un millón y medio de seres humanos. Pero otros varios millones fueron vilmente exterminados por la maquinaria nazi en otros lugares de infausto recuerdo como Treblinka, Sobibor, Mauthausen, Chelmno, Belzec y tanto otros. Nombres y lugares que forman parte del más oscuro patrimonio cultural europeo y mundial.

Un día como hoy es una magnífica ocasión para que los ciudadanos recuerden y condenen el enorme horror y la tragedia del Holocausto, pero también para aprender una vez más la lección más general de los peligros que derivan de la persecución de las personas por motivos de raza, origen étnico, religión, categoría social, convicciones políticas u orientación sexual.

Movimiento contra la Intolerancia.

Queremos recordar a todas y cada una de esas víctimas del Holocausto, judíos en su inmensa mayoría, pero también cristianos, opositores políticos y prisioneros de guerra, gitanos, homosexuales, disminuidos físicos y mentales, etc.

¡Qué jamás se pierda la memoria de sus vidas! ¡Qué no se borre nunca su nombre de la Historia! ¡Qué aunque pasen mil años, no olvidemos las experiencias vitales de las víctimas! No son sólo un número o una cantidad. Son personas reales, con nombre y apellidos, con familias, sentimientos, sueños e ilusiones por cumplir que fueron truncados por la ignominia del régimen totalitario nazi.

Y lo queremos recordar para que nunca se vuelva a repetir.

Desde los colegios un grupo cada vez más numeroso de docentes hemos incluído el estudio profundo del Holocausto como elemento didáctico imprescindible para la formación de las nuevas generaciones. Es uno de los hechos más luctuosos de la Historia, algo terriblemente real, que si hubiéramos imaginado seguramente no hubiera sido tan terrible como realmente fue. Y hay que abrirle los ojos a los jóvenes sobre la necesidad de conocer nuestro pasado más oscuro y hacer pedagogía del Horror. Con responsabilidad y coherencia, pero sin omitir los efectos y las consecuencias de barbaridades como ésta.

Pretendemos que nuestros chicos y chicas conozcan el pasado para no caer en los mismos errores

Llegada de un grupo de judíos húngaros a Auschwitz en 1944. Foto original de Ernst Hofmann o Bernhard Walte.

Queremos educarlos en la tolerancia y en la diversidad, en la concepción de que todos somos humanos e iguales, que debemos tratarnos como hermanos y caminar juntos, huyendo de cualquier forma de totalitarismo e ideas radicales que nos podrían conducir de nuevo a la humillante experiencia que fue para el género humano el Holocausto.

La necesidad y la razón de la presencia del Holocausto en la escuela nos la ofrece aquel que ideó, provocó y perpetró el mismo Holocausto, Hitler, que dijo: “La más importante lección de Historia es que nunca se aprenden las lecciones de Historia”. Su presencia implica que jamás se vuelva a repetir lo que se intentó y que fue la eliminación de las personas por pensar de una determinada forma, por rezar a un Dios determinado o tener un color de piel u otro. El Holocausto es el dique de contención contra el fanatismo y la inhumanidad. Es, en definitiva, el convencimiento que el odio no puede tener la última palabra a la hora de construir el futuro y el porvenir de la humanidad.

Prendamos pues nuestras velas de la memoria:

En memoria de los seis millones de judíos asesinados en guetos, persecuciones y campo de concentración.

En memoria del millón y medio de niños judíos menores de 16 años asesinados por los nazis.

En memoria de los otros colectivos que padecieron la barbarie nazi: gitanos, discapacitados, homosexuales, prisioneros de guerra, republicanos españoles, testigos de Jehová, católicos y otros colectivos.

En memoria de los justos entre las naciones, aquellos quienes, a riesgo de sus vidas, salvaron a miles de perseguidos, y en memoria de quienes fueron protegidos por los Justos.

En memoria de los supervivientes, que rehicieron sus vidas y que nos transmitieron con sus valiosos testimonios la memoria de lo que ocurrió para que jamás la olvidemos. Por la preservación de la memoria y por la ineludible responsabilidad de luchar contra el negacionismo, rechazar el odio, combatir la indiferencia y elevar los principios de la convivencia y de la vida misma.

Círculo de Bellas Artes de Madrid.

¡Qué la llama que hoy encendemos represente a esas miles de víctimas asesinadas!

Recordémoslas y seamos conscientes de que algo tan terrible jamás debería volver a suceder. Que esa llama que les representa permanezca encendida para siempre en nuestras almas, en nuestros corazones y en nuestra memoria.

Y fue hace no mucho tiempo. No muy lejos.

Enlaces de interés

Participa si lo deseas en la campaña digital #weremember.

Erinnern Macht Frei -la memoria os hará libres- Proyecto educativo sobre el Holocausto Premio Nacional Ángel Sanz Briz del Ministerio de Educación y Ciencia 2019 al mejor proyecto en bachillerato.

Visita la web del museo de Yad Vashem que preserva la memoria de las victimas del Holocausto en Jerusalén. Visita la web en la que puedes incluso hacer un recorrido virtual de la tristemente más conocida adolescente de este periodo: Anna Frank.

jueves, 10 de diciembre de 2020

INNISFREE -el oeste de la isla Esmeralda- (IRLANDA)

 

La Isla Esmeralda es un lugar único e imprescindible para cualquier viajero. Por múltiples razones: su gente, sus pàisajes, su música y su ocio nocturno, sus poetas y literatos, sus leyendas y cultura celta pero sobre todo, por su cerveza.

 

. La isla Esmeralda es completamente verde. 

Foto de Jeff Schmaltz de dominio público. Año 2010

Los irlandeses son un poco cerrados de buenas a primeras, pero en realidad son gente despreocupada y de risa fácil. Grandes bebedores, especialmente de cerveza negra y de whisky, tienen un carácter un tanto pendenciero. Jamás rehuyen una buena pelea, aunque enseguida vuelve la calma y los contendientes acaban bebiendo cerveza juntos mientras cantan viejas canciones de taberna. 

El sobrenombre de la Isla Esmeralda es un apodo bien atribuido, pues es verde por sus cuatro costados. agreste, salvaje, de onduladas colinas que se cortan a pico en acantilados de vertiginosa altura al llegar al mar. Un mar salvaje, agresivo. Un viento que azota el país con fuerza. No obstante Irlanda es "el país despeinado"

Y como reza el dicho irlandés "en la taberna no llueve" y como es un país de mucha lluvia podéis imaginar que el irlandés se pasa el día en la taberna. Son grandes bebedores y  cuando los efluvios del alcohol se apoderan de ellos, comienzan los cantos comunes, los bailes, las interpretaciones a capella de las canciones tradicionales que hacen del pub irlandés un lugar donde encontrar la verdadera esencia del país. La música en vivo está omnipresente. Y por supuesto, todo acompañado de la sempiterna Guinness o de un buen whisky. En Irlanda, el símbolo nacional es el arpa gaélica. Podéis imaginar que la música es muy importante para todos. 

Es gente imaginativa y creativa, amantes del arte de la palabra, no en vano cuentan con un gran número de premios Nobel. Grandes obras de la literatura de todos los tiempos y poemas que te hacen estremecer son parte de su bagaje. Nombres como Shaw, Becket, Yeats, Joyce, Wilde, Swift o el más reciente Boyne, con obras sublimes como Ulises, Los viajes de Gulliver, El retrato de Dorian Grey, El niño del pijama de rayas, Dublineses y un largo etcétera.

Son las leyendas y la cultura celta, las fuentes de las que han bebido sus literatos y músicos. Las raíces gaélico-celtas  impregnan la vida y la cultura de Irlanda. 

La lucha por la libertad y la independencia, la búsqueda de la belleza, el amor, lo desconocido, la presencia de las fuerzas telúricas... Esos son los grandes temas de las canciones y las obras de arte de Irlanda que beben de la mitología. Sus bosques y su exuberante naturaleza dan pie al desarrollo de la imaginación y de leyendas muy ligadas al entorno natural.

Irlanda se merece una visita larga, una estancia duradera para conocer los rincones y recovecos de la isla, sus tradiciones y costumbres, festivales, cultura... Todo es interesante. Pero hoy nos centraremos en algunos encantos de su costa oeste

 

El pueblo típico del oeste de Irlanda es tranquilo, con su río, de suaves y verdes colinas, con un histórico monasterio, las casas típicas, sus pubs... 

 

Si hay un pueblo que representa el más puro estilo de vida irlandés es el que eligió John Ford para una de sus más famosas películas "The Quiet Man" ganadora de dos Oscars de la Academia. En la película el pueblo se llama Innisfree, pero su nombre real es Cong, en el condado de Mayo.

Lo primero que vemos tras atravesar su puente de piedra es el pub de Pat Cohan, célebre por la película, repleto de fotos que hacen las delicias de los amantes del cine, decorado con mimo conservando la tradición y lo más importante, con una cerveza negra que quita el sentido. Acodarse en la misma barra que John Wayne, tiene su encanto.

Pero sin duda, lo más bonito de Cong es su abadía. Aunque está medio en ruinas posee un precioso claustro y un cementerio muy particular donde podemos observar otro de los símbolos de Irlanda, la cruz celta, que combinada con la cruz católica, está por todas partes. Y todo ello rodeado por un bosque frondoso de árboles de hoja caduca, un río maravilloso, árboles milenarios que desprenden magia y que parecen susurrarte sonidos de hadas, troles y gnomos. Un largo paseo que jamás podréis olvidar. 

Abadía de Cong. Foto de Vincent Roux de dominio público. Año 2007.

La ciudad más importante del oeste de Irlanda es  Galway. Con 75.000 habitantes y dos universidades es la tercera ciudad de Irlanda y una de las más dinámicas y divertidas.

 

Ciudad abierta al mar, se convirtió en ruta imprescindible para aquellos que quería partir en ruta comercial hacia el Nuevo Mundo. De hecho, la ruta de los diferentes licores que aquí se producían o en el resto del país y que se redistribuían o bien hacia América o bien hacia el resto de Europa, hizo que Galway se convirtiera en una ciudad que estableció la costumbre de juntarse a beber y a cantar tras una dura jornada de trabajo junto al Spanish Arc. Allí, los pillastres que sustraían alguno de los toneles repletos de licor, lo compartían con sus compinches y amistades, lo que solía derivar en una animada tarde que los efluvios etílicos hacían elevar a alturas de francachela.

 

Fachada marítima de la ciudad de Galway. Foto de Miguel Mendez. 

Año 2011. Licencia CC BY 2.0

 

Galway posee también dos catedrales, la católica y la protestante, ambas dedicadas al culto al mismo santo protector de la ciudad: San Nicolás. Pero la esencia de Galway está concentrada en un kilómetro, la distancia de la calle peatonal que todos conocen como Shop Street. Allí podremos encontrar todos sus pubs que suelen ofrecer a diario música en directo. 

 

Los pubs más conocidos son The Quays (una antigua iglesia reconvertida), Kings Head (ubicado en la casa que según la leyenda era propiedad del verdugo del rey inglés Carlos I) The Crane (con repletas paredes de utensilios típicos de las labores de la tierra y el mar del lugar) y otros muchos más que os invitamos a descubrir por vosotros mismos. A veces, el lugar más inesperado te depara los momentos más esperados. Dejaos llevar por lo que ellos llaman el Craic, es decir, la música poco virtuosa en cuanto a su ejecución pero a la que todo el mundo se puede sumar cantando e incluso tocando al estilo Jam Session (todo buen irlandés se precia de tocar algún instrumento musical, aunque sea su propia voz) con la única finalidad de divertirse. Eso es Craic.

 

Escucharas canciones como Wild Rover, un himno para los irlandeses que todos conocen, Molly Mallone, aunque es más típica de Dublín, Whiskey in the jar, Moonshiner y otras muchas.

 

Irlanda en estado puro.

 

Por la mañana y superada la resaca del día anterior, podemos iniciar una excursión hacia el lugar más famoso y conocido de Irlanda, los acantilados y el salvaje mar. Por una carretera típica como la anteriormente citada, estrecha y repleta de muros laterales, vacas y ovejas por doquier, nos encontraremos con uno de los castillos más conocidos de Innisfree, no por ello el más grande ni el más espectacular, pero si uno de los más significativos.  Nos referimos al castillo de Dunguaire.

 

Castillo de Dunguaire, Galway, Irlanda. Foto de Boomur. Año 2013.. Licencia CC BY-SA 3.0

 

Está ubicado en un privilegiado entorno, junto a una bahía de aguas que van y vienen dependiendo de las mareas y que aíslan al castillo en marea alta ayudándole en su defensa. El castillo está bien conservado y ofrece en verano cenas medievales con espectáculo poético y musical incluido. Fue construido en el siglo XVII y posee una torre de 23 metros de altura. Un coqueto patio de armas y una alta y robusta muralla. Y como todo buen castillo posee su leyenda de fantasmas y señores de ultratumba. ¡Descúbrela!

 

Y llegamos a la joya natural del oeste de Irlanda: the Cliffs of Moher, los acantilados más famosos y visitados de Irlanda. un lugar que no defrauda. Una de las siete maravillas naturales del mundo declaradas por la UNESCO. 

 

De 8 km. de extensión y alturas de hasta 214 metros, el lugar donde se ubica la torre vigía de O'Brien, es un paraje donde el mar y la tierra se funden en una danza furiosa, pero hermosa. Son 750 metros de escalofriantes senderos al borde mismo del precipicio. No recomendable a aquellos que tengan vértigo. Es peligroso si te sales de los senderos establecidos en busca de una foto. No es necesario arriesgarse porque el entorno ya de por sí es impresionante. 

 

Y un último consejo para visitar los acantilados: vayan por la mañana si quieren observar sin que el sol les ciegue, la belleza natural y las vistas al mar, o bien, vayan al atardecer para contemplar una de las puestas de sol más mágicas que nunca hayan observado. Ustedes eligen. Sea como fuere, la huella indeleble y el recuerdo imborrable quedará para siempre en su corazón y en su mente.

 

Acantilados de Moher al oeste de Irlanda. 

Foto de Joachim Kohler Bremen. Año 2007. Licencia CC BY-SA 4.0

 

Hay mucho más que ver en Irlanda, pero eso será en otra ocasión. Volveremos a Innisfree, recorreremos de nuevo la Isla Esmeralda, degustaremos muchas más pintas y entonaremos viejas canciones a voz en grito entremezclados en algún pub.